domingo, 9 de marzo de 2008

Viviendo en Simulación Parte II

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

"La vida es sueño"
Calderón de la Barca


Así pues, ¿qué implicaciones tendría vivir en una simulación de computadora?, ¿supondría que tendríamos que asumir que ya no tiene significado la existencia, o que ya no habría implicaciones morales o filosóficas de las cuales preocuparnos? De acuerdo al mismo Bostrom, creador de la hipótesis de simulación, aún cuando nuestros cerebros fueran un montón de circuitos de silicón (o cualquier otro material), eso no significa que nuestros sentimientos no lo sean. Finalmente, sin importar que nuestro universo o nuestra percepción de éste sea el hobby de algún tipo aburrido en una mañana de domingo (muy parecido a mí), eso no quiere decir que sea válido tirar la toalla y declarar sin sentido nuestra existencia, finalmente, es precisamente esa existencia lo único que poseemos, y esos sentimientos son también, finalmente, lo que define nuestro ser.

Interesantemente, la hipótesis de Bostrom de alguna manera daría explicación a uno de los problemas filosóficos más importantes y que han plagado los cerebros de teólogos de todos los tiempos, el dilema de la existencia del mal.

Este dilema, conocido también como la "paradoja de Epicureo", por ser éste filósofo el primero en exponer este problema, ha sido materia de controversia en las mayores religiones del mundo, y de manera muy básica, nos dice que:

"Ya sea que Dios quiere desaparecer el mal, y no puede; o puede, pero no lo desea. Si lo quiere, pero no puede, es impotente. Si puede, pero no quiere, es malvado. Si Dios puede desaparecer el mal, y si Dios verdaderamente quiere, ¿por qué existe el mal en el mundo?"

A partir de Epicureo, filósofos, teólogos, líderes de sectas, Papas, y demás, han contribuido al problema de la explicación del mal en el mundo. Diferentes religiones tienen, además, diferentes explicaciones, y todas, por supuesto, son válidas.

Sin embargo, la idea de que el mundo es una ilusión o simulación, creada por seres superiores, mas no infalibles ni todobenefactores, explica, de manera satisfactoria, este problema. Es decir, el mal existe porque quienes se encargaron de crearlo quieren que lo haya, de otra manera sería un tanto aburrido tener una simulación en la que todo es amor y paz. ¿O no?

Con todo y la lógica matemática de Bostrom, es difícil de creer que, si todo es una ilusión creada por una supercomputadora, ¿cómo se pueden recrear o simular las leyes de la naturaleza que, por lo menos hasta donde nos podemos dar cuenta, son comprobables?

Tanto los científicos como la humanidad entera se habría dado cuenta de que existen discontinuidades en el comportamiento de las leyes de la naturaleza que difícilmente se podrían disimular, dado que, independientemente de que seamos o no mentes simuladas, sería difícil imaginar cómo se controlan a tantas mentes para evitar que se dieran cuenta de errores en la programación de la simulación, ya que necesariamente tendría que haberlas. Es, de alguna manera, como la película de "The Truman Show", llegó el momento en que Truman se dá cuenta de que algo estaba un poquito raro...

Finalmente, si en verdad vivimos bajo una simulación, ¿entonces qué pasa en el momento en que alguien, en este caso Bostrom, comienza a proclamar que ya nos dimos cuenta del truco?

Al parecer, no pasa absolutamente nada...

martes, 5 de febrero de 2008

Viviendo en Simulación, Parte I

¿Acaso vivimos en una simulación creada por una supercomputadora, en la que todo lo que ves es una renderización de algo que crees percibir y tocar, tomar, comer o beber? ¿Acaso nuestra existencia es un mero conjunto de señales electrónicas generadas por una computadora, al igual que tus pensamientos, sentimientos y creencias?, ¿acaso todo esto te suena conocido?

Efectivamente, esa fantasía fue eje central de la película The Matrix, y a algunos les gustó, a otros no, y ya... ¿o no?, pues no... al parecer no.

Resulta que desde hace unos años un profesor e investigador de la Universidad de Oxford ha estado postulando la idea (seriamente), de que sí, es muy posible que el mundo que vemos, percibimos y en el que nos desarrollamos, no sea nada más que una ilusión creada por una computadora (o algo así).

Este señor se llama Nick Bostrom (sueco de nacimiento, por cierto), y desde el 2003, año en que publicó su hipótesis en el Philosphical Quarterly, sus ensayos e ideas han estado circulando en la red y en publicaciones como el New York Times, acerca de que, matemáticamente, existen altas posibilidades de que el universo sea el pasatiempo de algún despistado que al parecer, no tiene nada mejor que hacer.

A diferencia de The Matrix, sin embargo, las ideas de Bostrom no proponen que nuestros cerebros estén siendos mantenidos en tanques para producir energía, como en la mencionada película, lo cual según Bostrom es una noción ridícula.

Antes de descartar la idea de vivir en una simulación de computadora como una mafufada (entiéndase mafufada como mamarrachería, o, para que se entienda mejor aún, una jalada), habría que leer con detenimiento lo que dice Bostrom y... tal como me pasó a mí, dejarse seducir por la idea de que, de alguna manera, puede que tenga razón...mmmmhh, y sí, lo digo en serio.

Primero hay que entender que esta idea no es necesariamente nueva. Desde Platón con su alegoría de la caverna, las paradojas de Zenón de Elea, o el Budismo y su visión del mundo como un engaño de los sentidos, la idea de que nuestro mundo, lo que percibimos y señalamos como nuestra realidad es más bien una ilusión, es una idea recurrente de la filosofía de varias culturas.

Podría decirse que la hipótesis de Bostrom añade un twist a la idea de que el mundo es ilusorio, tal vez desde el punto de vista de una sociedad que avanza en materia de tecnología a paso desmedido (tal vez sea el único campo en el que lo hacemos), lo cual nos obliga a replantear la existencia de nuestro universo desde la perspectiva de una sociedad tecnológica, por eso la mención de computadoras y simulaciones.

Regresando a Bostrom, interesante sería primero, para entender su pensamiento, analizar la manera en que llega a su hipótesis. Él plantea tres premisas:

1. Casi todas las civilizaciones en nuestro estado de desarrollo se extinguen antes de volverse tecnológicamente maduras.

2. La fracción de civilizaciones maduras tecnológicamente que sobrevive, no están interesadas en desarrollar simulaciones de sus antepasados.

3. Es casi seguro que estás viviendo en una simulación de computadora.

Si descartamos las dos primeras premisas como falsas, la tercera nos remitiría a admitir la posibilidad de que vivimos en una simulación. Su ensayo, junto con sus deducciones matemáticas se encuentran aquí.

Ahora bien, Bostrom supone que en el futuro, si la civilización no se destruye antes a sí misma, habrá suficiente poder computacional para correr simulaciones de todos los cerebros en el mundo, y que humanos avanzados, o post-humanos como el los llama, estarían dispuestos a correr simulaciones de sus antepasados por razones de estudio o entretenimiento, a menos de que estas civilizaciones se prohibieran a sí mismas hacer semejante cosa por motivos éticos o por falta de interés en hacer semejante cosa.

Si estos humanos se siguen pareciendo a nosotros, sin embargo, Bostrom duda que no falte alguien quien lo quiera hacer. Tan sólo hay que ver el enorme éxito de sitios como Second Life (sitio de la red popularísimo en EEUU y Europa, en donde uno literalemente lleva una vida virtual en un mundo virtual en el que puede uno desde comprar propiedades, hasta crear una empresa, ir a clases o casarse), o juegos como SimCity o World of Warcraft.

Ahora bien, no hay que confundir la Realidad Virtual con la Realidad Simulada, que se diferencian en el hecho de que la Realidad Virtual la podemos reconocer fácilmente, sabemos diferenciarlas vamos, pero dentro de la Realidad Simulada no tendríamos manera de determinar que estamos viviéndola.

Regresando a Bostrom, el asume que en un momento dado, habría tantas simulaciones corriendo de los antepasados de estos post-humanos, que antepasados reales, lo cual, por un principio de indiferencia, nos llevaría a deducir que existen más posibilidades de ser una mente simulada que una real.

Ahora bien, si Bostrom tuviera razón, ¿qué significaría para el mortal común el hecho de vivir en una simulación de computadora?


¿Habría que aceptar que nuestras existencias no tienen sentido, o que podemos salir en este momento y hacer lo que nos dé la gana, ya que no hay implicaciones éticas o morales en ninguna de nuestras acciones?


Estas ideas y otras más en el próximo posteo.

lunes, 28 de enero de 2008

Cajas del Tiempo

Caja Primera

Torre Oriente de la Catedral de la Ciudad de México, 15 de enero de 2008. En la realización de trabajos de restauración-conservación de este edificio, en específico la torre oriente, es hallada una caja o cápsula del tiempo.

Al parecer, fue ni más ni menos que el arquitecto quien concluyó las torres y parte de la fachada principal, José Damián Ortiz de Castro (quien ganó por concurso la obra del diseño de la fachada que él mismo diseñó), junto con el maestro cantero, Tiburcio Cano, los encargados de enterrar la caja en la torre en el año de 1791.

Ortiz de Castro moriría en 1792 dejando inconclusas las obras que el famosísimo Manuel Tolsá se encargó de terminar más de diez años después.

La caja o pequeño cofre de plomo es presentado al público y develado su contenido que incluye: medallas religiosas, monedas de uso corriente de la época, un relicario con un trozo de vestimenta de San Antonio de Padua, y un pedazo (de su cuerpo, es de suponerse) de San Juan Nepomuceno, un misal o libro de oraciones, una serie de cinco grabados de santos cuidadosamente escogidos por sus cualidades para que protejan a la catedral; Santa Bárbara por ser patrona de los rayos y centellas, por ejemplo, y algunos otros artículos de corte religioso principalmente.

Al parecer, era costumbre regular enterrar cajas del tiempo al terminar una obra, especialmente de la magnitud de una catedral.



Caja Segunda

¿Qué tienen en común los sonidos de las letras K, E y O? Pues son, supuestamente, los sonidos más comunes utilizados en las lenguas más utilizadas hoy en día (no estoy seguro cuáles sean esas, pero el Español seguro estará entre ellas).

Juntando estas letras se le da el nombre a un satélite-proyecto que deberá de ser lanzado en dos o tres años al espacio, y cuya misión será, única y exclusivamente llevar mensajes en unos CD ROMs por parte la humanidad y dirigida a nosotros mismos, o más bien a las sociedades que habiten la Tierra dentro de cincuenta mil años.

La idea es que el satélite KEO, esta suerte de caja del tiempo voladora, salga a dar la vuelta al espacio durante 50,000 años y luego re-ingrese a la atmósfera terrestre pasado el término mencionado. La cápsula o satélite va protegido contra altas temperaturas, contra choques de basura espacial que circulan la Tierra (habrá quien diga que esto es más de lo mismo), y claro, llevará instrucciones de cómo tocar estos CD ROMs para aquellas lejanísmias sociedades del futuro.

Todo este asunto es idea original (aunque ni tan original, que cosas similares se han hecho antes, como otro satélite llamado LAGEOS, que regresa a la Tierra en 8.4 millones de años, o sea, cosa de nada), de un francés llamado Jean-Marc Phillipe, y su novedad consiste en que uno puede mandar el mensaje que uno quiera ingresando a la página Web de este proyecto (http://www.keo.org/), y mientras no pase de los seis mil caracteres y dependiendo de que algún comité o consejo de algún tipo crea que el mensaje sea apto, relevante y pertinente para nuestros descendientes, claro está.



Caja Tercera

Robert Capa fue el nombre de uno de los reporteros gráficos o fotógrafos periodísticos, como quiera uno llamarles, más famoso de toda la historia. De hecho, hay quien opina que él inventó la profesión. Nacido en Budapest en 1913 y originalmente llamado André Friedmann, tuvo que huir de su país por sus creencias comunistas y de Alemania y Francia a donde se refugió luego, por ser judío.

Lo que lo hicieron famoso fueron sus fotografías de guerra, y guerras eran lo suyo de verdad, estuvo en la Guerra Civil Española, donde fue que agarró experiencia fotográfica, estuvo en Nápoles en el momento en que los aliados bombardearon la oficina postal de esa ciudad, estuvo en el frente de batalla fotografiando la toma de Normandía (D-Day), la Primera Guerra de Indochina (guerra que, alargándose casi 20 años, fue luego conocida como la guerra de Vietnam), y murió ahí al pisar una mina que le destrozó una pierna y le abrió el pecho para matarlo casi instantáneamente, en 1954. No había cumplido los 41 años aún.

Era, según los que lo conocieron, un aventurero, mujeriego (entre sus amoríos se encontraba Ingrid Bergman) y macho al estilo Hemingway, el cual era, coincidentemente, uno de sus compañeros de borracheras.

Capa fundó junto con otros fotógrafos, entre ellos con Henri Cartier-Bresson, otro fotógrafo excepcional, la agencia fotográfica Magnum, y pasó a la historia por su audacia, su estilo de vida y, claro está, por sus fotografías.

En 1940, una caja con 127 rollos de negativos de fotografías de Capa, Gerda Taro (compañera sentimental de Capa y fotógrafa también), y David Seymour, tomados durante la Guerra Civil Española, llegaron a manos de un general mexicano y diplomático de nombre Francisco Javier Aguilar Martínez, quien en esa época fungía como cónsul de México en Marsella.
Nadie sabe cómo fue a dar esta caja a sus manos, pero eventualmente, la caja llegó a Ciudad de México, donde fue olvidada entre las pertenencias de este señor, quien probablemente ignoró toda su vida el valor que tenían esos negativos.

En diciembre de 2007, después de casi una década de que los herederos de la familia del general se dieran cuenta del valor de la caja, uno de los descendientes entró en pláticas con representantes de la International Center for Comtemporary Photography en Nueva York y la famosa caja, conocida por los expertos de la obra de Capa como el "mexican suitcase", resurgió a la luz.

El mexican suitcase había sido dado por perdido completamente y se asumía como una baja más de la guerra y por tanto el descubrimiento adquiere tintes novelescos y sacude al mundo de la fotografía. Imágenes de guerra, imágenes de sufrimiento, y una foto inusual entre ellas, la de Gerda Taro durmiendo, han dado la vuelta al mundo, y quedan unas 3500 fotografías por revelar. Habrá que ver que otras sorpresas trae cosigo esta otra caja del tiempo.

Postdata

Llámenme sentimental, cursi o simpletón, pero a mí esto de las cajas del tiempo me fascinan. Hay algo inherente a nosotros en querer extender un vínculo con el otro, el que vive al otro lado de nuestro mar, al imaginario o imaginado, que es el extraño pero no lo es, porque es como nosotros, que busca contacto y entendiemiento, que busca que alguien le diga que sí, que el o ella también se sienten solos, tristes o alegres, que ellos también están perdidos en el universo y sin saber de qué va la cosa. Existe algo acerca de lanzar una botella al mar, un satélite al espacio, e imaginar quién carambas va a leer nuestro mensaje. Existe algo de fascinante en imaginar que habrá pensado el arquitecto de la catedral al enterrar la caja junto con Don Tiburcio ese día de 1791 en la naciente capital de la Nueva España.
¿Se habrá imaginado que algún paisano suyo, colega suyo (yo también soy arquitecto), quien vive en Suecia, por medio de un aparato electrónico, y una red mundial de comunicación, iba a leer acerca de su vida y su cajita enterrada, 217 años más tarde?

Llegará alguien a leer los mensajes de una bola de despistados del 2008, dentro de 50,000 años? Estaremos aquí, o mejor dicho, estarán ellos aquí? ¿Cómo se verán? Tal vez para entonces ya no tendrán los dedos meñiques del pie, que dicen que perderemos por evolución, ¿o tendrán autos voladores? ¿mega ciudades magníficas con edificios altísimos? ¿seguirán haciendose la guerra y abusando unos de otros como hacemos nosotros, o serán gente pacífica y mega civilizada?

¿Qué habrá pensado Capa si viviera y alguien le comunicara que en México alguien había hallado sus fotos perdidas de la Guerra Española? Seguro le habrían traído todas las memorias del mundo, un lágrima tal vez hubiera derramado, así como cuando nosotros nos topamos con un juguete de la niñez, una foto, una carta de un amigo o un amor perdido, y de súbito los recuerdos nos invaden, y todo comienza de nuevo, todo adquire una perspectiva diferente, de lo que hemos hecho, los lugares donde hemos estado, las personas que se han ido, qué tanto hemos hecho o dejado de hacer, o qué tanto años han pasado, y que en realidad y pensándolo bien, se han ido como un suspiro, o como agua entre las manos.

¿o no?

domingo, 13 de enero de 2008

Philip K Dick, Sueños y Realidad


Escena de "Blade Runner"


“Reality is that which, when you stop believing in it, doesn’t go away.”– VALIS (1979)


Sueño de Agua

Hace una semana más o menos tuve un sueño un tanto extraño, lo cual no es decir que los sueños suelan estar ambientados en escenarios comunes y corrientes, más bien lo contrario, ¿no? El sueño iba más o menos así: me encontraba en un mundo paralelo. Se trataba del mundo donde se crea el agua. Ni más ni menos, este era el lugar donde todo lo referente al agua trata. En realidad todo lo que veo es que estoy en un edificio, como si de una dependencia gubernamnetal se tratara, con oficinas, empleados, departamentos, todos aquí tratan de la creación, distribución y administración del agua.

Un empleado me da un tour por la dependencia. Me explica el funcionamiento, los métodos, la administración del agua. En un momento dado, me pasan a una gran sala donde se encuentra el Creador del Agua. Se trata de un ente que está dentro de un gran tanque o algo que parece un tanque, y sé que el ente tiene conciencia, que es poseedor de sabiduría, que "piensa", pero yo lo que veo es un gran tanque. El Creador del Agua me habla, me dice cosas, entre ellas me habla sobre su gran responsabilidad de crear el agua, me habla de lo difícil que es, me explica que las cosas, en específico la relación entre el hombre y el agua, van a empeorar, me dice que no es culpa suya, sino que más bien es así como las cosas tienen que ser.

Luego me decía que me iba a revelar algo sumamente importante, yo me ponía un tanto nervioso, a la expectativa de escuchar algo que cambiaría mi vida sobremanera. El ser bajó su voz, si es que hablaba, yo no sé cómo era que lo escuchaba, y sus susurros me llegaron a mi mente, y así como me llegaron, así se esparcieron, como agua precisamente, en mi mente. Me desperté, ni más ni menos, en ese preciso instante, un poco alterado, pero al final me dí cuenta que lo que fuera que me haya dicho, que no eran palabras, sino más bien lo podría describir como sentimientos, me hicieron sentir una gran melancolía que, de manera peculiar, no me puso triste sino más bien sólo me insertó en el corazón un dejo de livianidad muy extraño, que me duró una buena parte de la mañana, durante la cual me transporté por mi día como habitualmente, llevando en la cabeza un sentido de haber experimentado algo especial.









Philip K Dick

Este el nombre de un escritor de ciencia ficción norteamericano que se volvió mundialmente famoso cuando Ridley Scott adaptó su novela "Do Androids Dream of Electric Sheep?" para crear la famosa película llamada "Blade Runner", que se volvió un clásico del género. Hollywood le ha rendido tributo (o explotado su obra ya que él murió más bien pobre y miserable) adaptando varias de sus obras para producir películas tan diversas como, "Minority Report", "Total Recall" (protagonizada por el Governator Scharzenegger), y últimamente es el caso de "A Scanner Darkly" (un nombre super chingón diría yo), de Richard Linklater, con Robert Downey Jr., Keanu Reeves, Woody Harrelson, etc. A Linklater se le conoce por otra obra suya, llamada "Waking Life", otra peli memorable (entre otras cosas por la manera en que está animada), y que toca temas semejantes a "A Scanner Darkly", en suma, la delgada línea entre lo que percibimos como realidad por un lado, y los sueños, la muerte o la alucinación por otro.

Más o menos al mismo tiempo que tuve el sueño del Creador del Agua, me topé con un documento que analizaba de manera un tanto interesante la vida y las visiones de Dick (http://www.techgnosis.com/pkdnet.html). El leer este documento despertó un interés en la vida de Dick que no para de sugerir e inspirar ideas, y que de alguna manera me referenció a ese sueño raro que tuve.

Me explico: Philip K Dick sufrió, durante su vida, una serie de alucinaciones que interesantemente, nunca se pudo explicar, y que se le atribuyeron a su padececiemiento de esquizofrenia. Sin embargo, estas alucinaciones y/o enfrentamientos con una supra o infra realidad, fueron, para bien o para mal, las que le dieron forma a su obra literaria.

Si vieron la película de "The Matrix" (película que se inspiró mucho en la obra de Dick), entonces se podrán hacer una idea de algunos de los preceptos centrales detrás de la obra de este autor, más en concreto, la percepción (errónea) de lo que es la realidad, el vivir en la paranoia, y el subsecuente desmoronamiento de esa realidad mal interpretada por los sentidos.

Las complicadas y fascinantes alucinaciones que Dick sufrió fueron desencadenadas, según él, por un extraño encuentro ocurrido en 1974. A Dick le habían sustraído una muela del jucio y tenía un dolor muy fuerte ya que no contaba con analgésicos. Su esposa los encargó por teléfono y una chica fué a entregarlos a su domicilio. La encargada de llevarlos era, según Dick, la portadora de un collar con un pendiente en forma de un símbolo llamado ichtus, dos líneas curvas que forman el contorno de algo parecido a un pez. Este símbolo era usado por los primeros Cristianos.

Este aparentemente inocente encuentro desencadenó una "gnosis", que, según creía Dick, le reveló una "memoria celestial", algo que está escondido en nuestro DNA y que, para no hacer el cuento muy largo, le llevaron a alucinar visiones sobre la vida de un Cristiano de la primera era, y sentir inclusive que llevaba el espíritu de un hombre que vivió en esa época, además de escuchar voces provenientes de aparatos de radio, televisión, ver luces de colores que le hablaban, etc.

Si bien uno podría descalificar sus alucionaciones como algo esperado de un esquizofrénico y adicto (Dick fue adicto a las anfetaminas), sus ideas no bordan en lo ridículo ni mucho menos, sino que son un extenso conjunto de ideas sobre la percepción de la realidad, sobre el papel que juega el hombre común ante los poderes políticos que dirigen y controlan su vida, la religión y la tecnología en nuestro congestionado mundo, etc. Por otro lado, si bien sus ideas fueron convulsionadas y desordenadas, Dick precisó simpre que los atisbos intermitentes a la realidad se darían siempre de manera sutil, en aquellos pedazos de información que son desechados por comunes; encuentros casuales, sueños, signos, lo que le hable al inconciente, sin dejar nunca que nuestras creencias se interpongan a aquellos "mensajes" ocultos. Suena a paranoia?, quizá lo es, pero según Dick, la sorpresa es un antídoto para la paranoia.

Extrañamente, entre las alucionaciones que tuvo Dick, hubo una en la que una luz de color rosa, que se le apareció de repente mientras escuchaba "Strawberry Fields Forever" (en serio, eso afirmó Dick toda su vida), le reveló que su hijo estaba enfermo y que moriría si no lo trataban pronto. Efectivamente, resultó que su hijo estaba enfermo, que tenía una hernia que lo pudo haber matado. ¿Qué tal?

Escépticos o no, lo que si es verdad es que una de las ideas más interesantes de Dick no tenían que ver para nada con alucinaciones, luces rosas, naranjas ni amarillas, sino con política. Toda su vida fue un radical que sospechaba de los poderes fácticos y de las empresas multinacionales que han convertido a nuestro mundo diario en logotipos e ideas sobre lo que necesitamos, lo que debemos temer, comprar, vestir, leer, mirar, y hasta soñar.

En eso, si no es que en otra decena de cosas más interesantes de las que vale mucho la pena escribir, radica algo por lo que se le sigue admirando a este alucinado paranoico adicto que se llamó Philip Kindred Dick.

domingo, 30 de diciembre de 2007

Los Detectives Salvajes


I. La Novela


Una novela, "Los Detectives Salvajes", y un sinfín de emociones que ésta ha causado en mí a causa de su lectura. Esta es una novela que, en su primera parte, ocurre en México, más específicamente en el DF, aún cuando su autor (Roberto Bolaño), es chileno de nacimiento y mexicano y español por azares de su destino.


Existe el debate de que si ésta es una novela mexicana o no (más que nada por ser el autor un chileno), y no sólo eso, sino que si lo es, sería, de manera definitiva, LA novela mexicana de los últimos años. Quizá desde el "Pedro Páramo" de Rulfo, no habría novela mexicana más influyente que ésta.

II. El autor

Roberto Bolaño ya está muerto. Murió hace cuatro años y medio. Me sorprende, al leer su obra, que no hubiera grandes encabezados en los periódicos o medios sobre su muerte. En ese entonces, el 2003, yo no tenía idea de su existencia, pero de haber tenido noticia de su obra y vida, hubiera estado muy triste al enterarme de su muerte. Tenía solamente 50 años.

De adolescente vivió en México DF y esos años lo marcaron definitivamente en su formación literaria y, al parecer, en su vida y viviencias personales. Los Detectives Salvajes es una obra basada, en gran medida, en su vida durante esa época de los 70s y su envolvimiento en un movimiento literario llamado Infrarrealismo.

Los Detectives Salvajes es una novela de más de 600 páginas, su primera parte es narrada por un chavo de 17 años, un alter-ego de Bolaño llamado Juan García Madero. La segunda parte consiste en un entramado de más de 50 relatos contados a manera de entrevistas hechas a una veintena de personajes, (que nos lleva desde México pasando por Barcelona, Tel-Aviv, Nicaragua, EEUU, París, y otra decena de lugares más para regresar luego a México), y que narran la travesías de Arturo Belano (otro alter-ego de Bolaño), y de su amigo Ulises Lima (personaje basado en el poeta Mario Santiago, amigo íntimo de Bolaño en esa época), en su búsqueda por una poeta llamada Cesárea Tinajero, quien desapareció en el desierto de Sonora para llevarse consigo el mito de su vida y sus poemas ultravanguardistas.

Esta, la estructura de la novela, su extensión, su temática, su osadía, la hacen una afrenta y una mentada de madre a la literatura latinoamericana e hispana, tan atragantada, tan estancada en el realismo mágico que fue lo último que la literatura en español aportó al mundo, y que este chileno vino a cambiar.


III. La escritura

Bolaño fue poeta antes de ser novelista o cuentista. Su escritura está forjada con precisa, calmada y rítmica prosa. Bolaño ha sido llamado escritor apocalíptico, escritor que, sin pensarlo dos veces, se asoma al abismo para escribir, porque no hay otra manera de hacer las cosas en esta vida más que haciéndolo de cara al abismo, de cara a los sentimientos, a nosostros mismos y a al vacío total que, sospechamos, está allá afuera (o dentro de nosotros), esperándonos.

Los Detectives Salvajes es una larga elegía a la vida, a la juventud, a los sueños que, o bien se mantienen vivos a pesar de las chingaderas que tenemos que enfrentar a diario y a la melancolía que nos cae de repente a mitad de la noche, sin anunciarse, o se mueren y desaparecen, para ser remplazados por una leve sensación de que un fantasma deambula frente a nosotros cada vez que nos caen las memorias de tiempos pasados.

Personajes, amigos, enemigos, amantes, viajes, la vida, su hermosura, su lamentable tristeza, eso es la escritura de Bolaño.

Alegría, lágrimas, viajes al pasado, a muestra memoria, a nuestro incierto porvenir, eso es lo que la novela invoca.

viernes, 21 de diciembre de 2007

SOLSTICIO DE INVIERNO


¡Al fín ha llegado, al fin está aquí! Este es el solsticio de invierno, 21 de diciembre del 2007. Esto quiere decir, palabras más, palabras menos, que estamos a mitad del invierno (o al principio de él, hay quienes lo ven de manera diferente), que hoy experimentamos la noche más larga del año, y eso, para mí, adquire un significado especial. Permítanme elaborar. Yo soy mexicano, estoy acostumbrado a escuchar que tal día es el solsticio de invierno, o de verano, pero, viviendo en esas latitudes, pues estas fechas astronómicas pasan más bien desapercibidas. Ahora bien, en estos momentos me encuentro viviendo en Gotemburgo, Suecia, y aquí, evidentemente, el solsticio es fecha crucial, importantísima, evidentísima.


Así es, hoy el sol salió aproximadamente a las 9 de la mañana, y se pondrá alrededor de las 15,30 horas. Añádanle que en realidad no hay sol, está nublado desde hace como 3 semanas, y no hemos visto el sol para nada.


Ahí radica la importanciade esta fecha: el solsticio trae consigo la esperanza del renacimiento, de que el día se volverá más y más largo a partir de mañana; de ahí que celebremos la Navidad en estas fechas.
Tradiciones paganas y tradiciones cristianas se encontraron y nos dieron la Navidad con todo y su característica actual, que es el consumismo desmesurado, pero eso es harina de otro costal, claro está.


En fin, bienvenido el solsticio, que trae consigo la renovación, la promesa, la luz, el ciclo nuevo.


El mensaje, al fin y al cabo, es universal, milenario y simplísimo: que nadie se cicle, ¡¡renovación o muerte!!!


Feliz solsticio de invierno.

Ismaïl Gulgee

Este es el nombre de un pintor pakistaní que ha amanecido muerto el día de ayer en su casa de Karachi. Yo nunca había oído hablar de él, pero me saca un poco de onda la manera en que murió. De acuerdo a AFP, a Gulgee lo encontraron en su casa aparentemente estrangulado, junto con su esposa y su criada quienes corrieron la misma suerte. Al parecer esto sucedió hace 4 días y ayer los hallaron.

Así pues, D.E.P. Ismaïl Gulgee.