I. La Novela
Una novela, "Los Detectives Salvajes", y un sinfín de emociones que ésta ha causado en mí a causa de su lectura. Esta es una novela que, en su primera parte, ocurre en México, más específicamente en el DF, aún cuando su autor (Roberto Bolaño), es chileno de nacimiento y mexicano y español por azares de su destino.
Existe el debate de que si ésta es una novela mexicana o no (más que nada por ser el autor un chileno), y no sólo eso, sino que si lo es, sería, de manera definitiva, LA novela mexicana de los últimos años. Quizá desde el "Pedro Páramo" de Rulfo, no habría novela mexicana más influyente que ésta.
II. El autor
Roberto Bolaño ya está muerto. Murió hace cuatro años y medio. Me sorprende, al leer su obra, que no hubiera grandes encabezados en los periódicos o medios sobre su muerte. En ese entonces, el 2003, yo no tenía idea de su existencia, pero de haber tenido noticia de su obra y vida, hubiera estado muy triste al enterarme de su muerte. Tenía solamente 50 años.
De adolescente vivió en México DF y esos años lo marcaron definitivamente en su formación literaria y, al parecer, en su vida y viviencias personales. Los Detectives Salvajes es una obra basada, en gran medida, en su vida durante esa época de los 70s y su envolvimiento en un movimiento literario llamado Infrarrealismo.
Los Detectives Salvajes es una novela de más de 600 páginas, su primera parte es narrada por un chavo de 17 años, un alter-ego de Bolaño llamado Juan García Madero. La segunda parte consiste en un entramado de más de 50 relatos contados a manera de entrevistas hechas a una veintena de personajes, (que nos lleva desde México pasando por Barcelona, Tel-Aviv, Nicaragua, EEUU, París, y otra decena de lugares más para regresar luego a México), y que narran la travesías de Arturo Belano (otro alter-ego de Bolaño), y de su amigo Ulises Lima (personaje basado en el poeta Mario Santiago, amigo íntimo de Bolaño en esa época), en su búsqueda por una poeta llamada Cesárea Tinajero, quien desapareció en el desierto de Sonora para llevarse consigo el mito de su vida y sus poemas ultravanguardistas.
Esta, la estructura de la novela, su extensión, su temática, su osadía, la hacen una afrenta y una mentada de madre a la literatura latinoamericana e hispana, tan atragantada, tan estancada en el realismo mágico que fue lo último que la literatura en español aportó al mundo, y que este chileno vino a cambiar.
III. La escritura
Bolaño fue poeta antes de ser novelista o cuentista. Su escritura está forjada con precisa, calmada y rítmica prosa. Bolaño ha sido llamado escritor apocalíptico, escritor que, sin pensarlo dos veces, se asoma al abismo para escribir, porque no hay otra manera de hacer las cosas en esta vida más que haciéndolo de cara al abismo, de cara a los sentimientos, a nosostros mismos y a al vacío total que, sospechamos, está allá afuera (o dentro de nosotros), esperándonos.
Los Detectives Salvajes es una larga elegía a la vida, a la juventud, a los sueños que, o bien se mantienen vivos a pesar de las chingaderas que tenemos que enfrentar a diario y a la melancolía que nos cae de repente a mitad de la noche, sin anunciarse, o se mueren y desaparecen, para ser remplazados por una leve sensación de que un fantasma deambula frente a nosotros cada vez que nos caen las memorias de tiempos pasados.
Personajes, amigos, enemigos, amantes, viajes, la vida, su hermosura, su lamentable tristeza, eso es la escritura de Bolaño.
Alegría, lágrimas, viajes al pasado, a muestra memoria, a nuestro incierto porvenir, eso es lo que la novela invoca.