domingo, 9 de marzo de 2008

Viviendo en Simulación Parte II

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

"La vida es sueño"
Calderón de la Barca


Así pues, ¿qué implicaciones tendría vivir en una simulación de computadora?, ¿supondría que tendríamos que asumir que ya no tiene significado la existencia, o que ya no habría implicaciones morales o filosóficas de las cuales preocuparnos? De acuerdo al mismo Bostrom, creador de la hipótesis de simulación, aún cuando nuestros cerebros fueran un montón de circuitos de silicón (o cualquier otro material), eso no significa que nuestros sentimientos no lo sean. Finalmente, sin importar que nuestro universo o nuestra percepción de éste sea el hobby de algún tipo aburrido en una mañana de domingo (muy parecido a mí), eso no quiere decir que sea válido tirar la toalla y declarar sin sentido nuestra existencia, finalmente, es precisamente esa existencia lo único que poseemos, y esos sentimientos son también, finalmente, lo que define nuestro ser.

Interesantemente, la hipótesis de Bostrom de alguna manera daría explicación a uno de los problemas filosóficos más importantes y que han plagado los cerebros de teólogos de todos los tiempos, el dilema de la existencia del mal.

Este dilema, conocido también como la "paradoja de Epicureo", por ser éste filósofo el primero en exponer este problema, ha sido materia de controversia en las mayores religiones del mundo, y de manera muy básica, nos dice que:

"Ya sea que Dios quiere desaparecer el mal, y no puede; o puede, pero no lo desea. Si lo quiere, pero no puede, es impotente. Si puede, pero no quiere, es malvado. Si Dios puede desaparecer el mal, y si Dios verdaderamente quiere, ¿por qué existe el mal en el mundo?"

A partir de Epicureo, filósofos, teólogos, líderes de sectas, Papas, y demás, han contribuido al problema de la explicación del mal en el mundo. Diferentes religiones tienen, además, diferentes explicaciones, y todas, por supuesto, son válidas.

Sin embargo, la idea de que el mundo es una ilusión o simulación, creada por seres superiores, mas no infalibles ni todobenefactores, explica, de manera satisfactoria, este problema. Es decir, el mal existe porque quienes se encargaron de crearlo quieren que lo haya, de otra manera sería un tanto aburrido tener una simulación en la que todo es amor y paz. ¿O no?

Con todo y la lógica matemática de Bostrom, es difícil de creer que, si todo es una ilusión creada por una supercomputadora, ¿cómo se pueden recrear o simular las leyes de la naturaleza que, por lo menos hasta donde nos podemos dar cuenta, son comprobables?

Tanto los científicos como la humanidad entera se habría dado cuenta de que existen discontinuidades en el comportamiento de las leyes de la naturaleza que difícilmente se podrían disimular, dado que, independientemente de que seamos o no mentes simuladas, sería difícil imaginar cómo se controlan a tantas mentes para evitar que se dieran cuenta de errores en la programación de la simulación, ya que necesariamente tendría que haberlas. Es, de alguna manera, como la película de "The Truman Show", llegó el momento en que Truman se dá cuenta de que algo estaba un poquito raro...

Finalmente, si en verdad vivimos bajo una simulación, ¿entonces qué pasa en el momento en que alguien, en este caso Bostrom, comienza a proclamar que ya nos dimos cuenta del truco?

Al parecer, no pasa absolutamente nada...